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El subtítulo del libro que estamos comentando es: «Currículum y justicia social», palabras que no suelen ir juntas cuando se escribe sobre educación. Sin embargo, nadie piensa en la medicina como algo separada de la salud en cuanto a los derechos que garantiza. La idea de que el conocimiento es un derecho, y que por tanto se construye sobre «expectativas para todos los niños y niñas» (ya hablamos de ello aquí). Estas expectativas deben ser las mismas independientemente de su género o su entorno social o étnico. ¿Por qué esto supone un desafío para los docentes y los políticos?

Los docentes, por un lado, deben afrontar la realidad de que a pesar de tener «altas expectativas para todos», no todos llegan a estas expectativas. Y entonces los docentes, los políticos y las familias buscan una explicación, culpándose unos a otros. No se pueden negar algunos factores importantes: la inadecuada distribución de recursos, una enseñanza poco eficaz, circunstancias familiares difíciles, y dificultades individuales como una falta de motivación enorme. ¿Cómo resuelven este dilema los autores de este libro? Proponiendo como base lo siguiente:

  • La escuela tiene la responsabilidad de asegurar que todos los alumnos tienen acceso a los cimientos del conocimiento, y para eso deberían crear oportunidades para que cualquier persona acceda a ellos antes o después.
  • Cada escuela y cada administración educativa debería de revisar constantemente cuánta distancia hay entre este «derecho al conocimiento» y lo que ocurre en realidad. Deben recordar siempre la responsabilidad colectiva y su papel en desarrollar este derecho.
  • Ninguna escuela debe ser responsabilizada de los fallos que están fuera de su control. Por ejemplo, aquellos factores de la comunidad local que se relacionan con las experiencias vitales tempranas de los alumnos. Sí deberían poder influir en la formación y disponibilidad de docentes especializados en la atención de estas realidades.

La idea de que cada persona tiene «derecho al conocimiento» descansa sobre dos afirmaciones: la primera es que hay un conocimiento mejor que otro (Vigotsky lo llamaba «pensamiento de orden superior»). Basil Bernstein argumentaba que las disciplinas académicas eran las «formas públicas de comprensión a través de las cuales una sociedad tiene conversaciones sobre sí misma y sobre su futuro». Este conocimiento mejor no quiete decir que exista sin un debate previo, o que ya está prefijado lo que es mejor o peor. El mejor conocimiento significa el mejor que tenemos ahora y las mejores maneras que tenemos de crearlo para el tipo de mundo que deseamos para la siguiente generación. Una escuela centrada en el conocimiento es aquella que confía en las mejores ideas de las comunidades de especialistas y les deja tiempo para el debate y le evaluación del nuevo conocimiento que va surgiendo.

Denegar el acceso a una parte de este conocimiento en nombre de la diversidad no promueve la justicia social, porque algunos alumnos tendrán éxito sin ningún currículum, sólo por el conocimiento que les dan en casa. En términos prácticos: cualquier escuela que experimenta un logro académico bajo debería pensar alternativas para estos alumnos, desarrollo profesional docente y programas extendidos que rebajen la distancia de estos alumnos con los objetivos generales. Es un problema fundamental de recursos, que debería estar situado en el centro del debate educativo.

Currículum y formación docente

El teórico del currículum Lawrence Stenhouse nos recordaba hace mucho que no hay desarrollo del currículum sin formación docente. Si los docentes son parte integral del currículum, porque lo implantan, necesitan conocimiento profesional: una teoría del conocimiento al que tienen derecho sus alumnos. Sin esa teoría, dependerán de opiniones personales. El rol de esta teoría es desarrollar qué es importante que aprendan los niños y jóvenes y por qué es importante que lo hagan. La docencia es una actividad especializada y la especialización requiere práctica, experiencia y conocimiento.

Esto implica que los docentes necesitan relacionarse con las comunidades de especialistas de diferentes campos, que son los que además crean nuevo conocimiento, dentro de los debates y la investigación propia de cada especialidad. En este sentido, es importante conocer las normas epistémicas: cómo sabemos que es una información es fiable, el vocabulario propio, etc. Y por todo esto, este libro defiende que las asignaturas son las herramientas más fiables que tenemos para dar sentido a todo esto.

Las asignaturas, para Michael Young, evitan un enfoque instrumentista: el currículum no es un instrumento para conseguir cosas como «contribuir a la economía» o «motivar al alumnado». El currículum es la razón por la que tenemos escuelas. Las escuelas son entonces lugares en los que el mundo se trata como un «objeto de pensamiento». Por ejemplo: los alumnos experimentan la ciudad de Valencia. Pero la geografía les enseña a tratar el concepto de ciudad con una relación diferente a su experiencia, es un concepto. Este mundo de abstracción, de posibilidades infinitas, es facilitado cuando el mundo de ordena en disciplinas con una epistemología diferente cada una. Según Vigotsky:

  • Los conceptos teóricos tienen su origen en las comunidades productoras del conocimiento, y cada concepto tiene un propósito específico que nos permite hacer generalizaciones a partir de casos particulares.
  • Los conceptos están relacionados entre sí, de manera sistemática, y se adquieren consciente y voluntariamente en las escuelas y universidades.

En contraste, los conceptos adquiridos por la experiencia son adquiridos de manera inconsciente de manera ad hoc. Otro buen ejemplo de un concepto importante para una asignatura es el de electrón y átomo: como han sido desarrollado y probados por especialistas, acceder a ellos es una excelente manera de comprender mejor el mundo.

Conclusión

El libro plantea que, como docentes, tenemos dos tareas fundamentales:

  1. Ayudar al alumnado a gestionar las relaciones entre los conceptos de las diferentes asignaturas del currículum, y entre los referentes que puedan encontrar en su vida diaria. Cada asignatura tiene sus propios límites definidos por normas que regulan estas relaciones.
  2. la segunda tarea es introducir conceptos que no tienen ninguna relación con la experiencia diaria del alumnado.

Las asignaturas, a su vez, cumplen tres funciones:

  1. Garantizan que los alumnos tienen acceso al conocimiento más fiable y comprobado que se tiene en las diferentes comunidades de especialistas.
  2. Crean puentes entre las «experiencias del día a día» y los conceptos teóricos específicos de cada disciplina. Las divisiones entre ellas, que han sido comprobadas con el tiempo, son la base para analizar y lanzar preguntas sobre el mundo.
  3. Son esenciales en la identidad de los docentes como miembros de una comunidad. Esta identidad es particularmente importante para los alumnos de los hogares desfavorecidos y sus docentes. Las divisiones entre ellas, que han sido comprobadas con el tiempo, son la base para dar a los alumnos una identidad como aprendices de alguna especialidad.

La verdadera interdisciplinariedad es la que nace de la apertura y las limitaciones de las disciplinas, no de alguna demanda externa e impuesta. Nuestra labor como docentes es regular, criticar o apoyar a los alumnos para moverse entre los límites de las disciplinas. No eliminarlos en base a una supuesta e hipotética sociedad del futuro.

6 respuestas a “El conocimiento y la escuela de mañana: Justicia social”

  1. Qué buenos y sensatos conceptos se han mostrado en esta entrada.
    Qué importante encontrar la serenidad y madurez, el tiempo y la ilusión para poder reunirnos a todos los niveles y estamentos, para afrontar resolutivamente los problemas.
    Qué diferente para mejor sería todo con más calma, con menos ideologías y mejores formas de colaboración en lugar de buscar la imposición de verdades dictadas.
    Felicidades! un gran artículo y muy necesario leer y difundir

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    1. Avatar de Juan Fernández

      Muchas gracias Josep, coincido contigo plenamente en la necesidad de calma y de colaboración. Un abrazo

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  2. Muchas gracias, después de leer lo que has escrito he reflexionado sobre la importancia que tiene el que un grupo de profesores sea constante, en un establecimiento donde todos los años despiden y contratan docentes no se logra alcanzar la estabilidad para darle un sentido coherente al currículum. Me has dejado varias reflexiones, gracias.

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    1. Muchas gracias a ti por el tiempo en la lectura, y por dedicar palabras que ayudan a seguir con el blog.

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  3. Avatar de Maria Teresa Meza

    Excelente. » El currículo es la razón por la que tenemos escuelas, y hace posible de» ese mundo» objeto de pensamiento.Laverdadera interdisciplinariedad es la apertura y las limitaciones de la disciplina.

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    1. Muchas gracias de nuevo María Teresa.

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