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Esta entrada desarrolla una idea que me parece realmente interesante: 3l aprendizaje multimedia ocurre cuando una persona comprende las ideas que se le presentan en formato multimedia, es decir, cuando utiliza esas representaciones externas para construir representaciones internas.

¿Qué entendemos por representaciones?

Básicamente, el libro habla de dos tipos de representaciones: las descripciones (textos, fórmulas…) y las imágenes (fotos, maquetas, iconos….). Las imágenes suelen ser más completas, ya que incluyen lo que una descripción siempre suele ser una selección de los elementos importantes de una imagen. Por eso también suelen ser más abstractas.

Las representaciones mentales también pueden ser externas, cuando se trata de un texto (por ejemplo esta entrada) o una imagen de algo. Se convierten en internas cuando entretejemos las representaciones externas con el conocimiento previo relacionado.

De esta manera, aprender algo supone incorporarlo a nuestro catálogo de representaciones internas, que son redes de relaciones entre ideas. Por ejemplo, os propongo una confusión frecuente entre mi alumnado de 12-13 años: que los delfines no son peces, sino mamíferos. Esta representación de «todo lo que vive en el mar y tiene aletas es un pez» es lo que tienen en sus conocimientos previos. Podemos partir de una imagen:

Así, podemos desafiar la representación mental interna «el delfín es un pez» con una representación externa, la imagen. Este es el poder lo multimedia, que va mucho más allá del poder de un texto si además incluimos diagramas o vídeos. ¿Qué es aprender desde este punto de vista? Que la representación externa cambie nuestra representación interna, entretejiendo lo que ya sabíamos «los defines viven en el mar y tienen aletas…» con lo nuevo «…pero son mamíferos».

¿Cómo hacer esto? 5 principios que desarrollan esta idea:

  1. El principio de «Tomar prestado y reorganizar». De igual manera que en la evolución se toman los genes del antecesor (salvo mutaciones) y se reorganizan en la reproducción sexual. En el aprendizaje tomamos prestado: imitamos (aprendizaje social de Bandura), escuchamos e interaccionamos. Pero lo fundamental es la segunda parte: reorganizar y reelaborar. Por ejemplo, no es suficiente con que nuestro alumnado sea expuesto a una idea referente a la democracia, sino que la reorganicen convirtiéndose en una representación interna. Sin esta internacionalización, el aprendizaje es superficial y no permite el cambio conceptual.
  2. El principio de «Lo aleatorio como génesis». Como decíamos antes, las mutaciones son variaciones al azar. De igual manera, en el aprendizaje utilizamos la prueba y error: «doy a los botones a ver qué pasa».
  3. El principio de los «Límites estrechos del cambio». Sigamos con el ejemplo de la genética: la epigenética proporciona pequeñas variaciones. El aprendizaje ocurre en las cabezas de nuestro alumnado, que pueden manejar un número de permutaciones pequeños: así que asumamos que, en general, «cambios pequeños, con necesidad de descanso» es buena idea.
  4. El principio de la «Reserva de información» nos dice que los tres principios anteriores son dependiente de cuánto sabemos de un tema. Con esto queremos decir que, por ejemplo, si ya sabemos mucho de un tema el número de cambios puede ser mayor, igual que nuestra capacidad de aprender de la prueba y error.
  5. El principio de la «Organización y conexión con el entorno» nos habla de la importancia del entorno como elemento que también se incorpora a las representaciones internas, de ahí la dificultad de la transferencia: el contexto en el aprendizaje importa mucho.

Los materiales verbales están mejor pensados para proveer un apoyo para la representación conceptual, mientras que los materiales visuales permiten un acceso más fácil a información específica. Por eso, lo que las investigaciones sobre el aprendizaje multimedia sugieren, es que las personas suelen hacerse primero una idea general con el material verbal (texto, explicación oral), mirando la imagen para construir el modelo mental. Luego, si alguna actividad requiere de precisar ese modelo, se recurre a la imagen en busca de los detalles. Los materiales verbales y visuales son utilizadas como herramientas cognitivas externas que permiten actualizar el modelo mental a medida que se va incorporando información (como en el caso del delfín).

Y esto… ¿para qué me sirve?

En la práctica, por ejemplo, al enseñar sobre el ciclo del agua, un docente podría estructurar actividades en las que los estudiantes exploren conceptos mediante discusiones en grupo o estudios de caso. Por ejemplo, podrían trabajar en grupos para analizar un caso real de una región afectada por la sequía mediante algunas noticias. Durante este proceso, el alumnado leería los textos propuestos pero luego podrían utilizar diagramas o simulaciones interactivas para visualizar las etapas específicas del ciclo del agua y su impacto en el medio ambiente. Estas actividades no solo fortalecen el modelo mental a través de la aplicación práctica de conceptos.

Cuando se diseñan materiales multimedia para el aprendizaje, es crucial evitar ciertos errores que pueden dificultar el proceso de construcción del conocimiento. Uno de los principales errores es el uso excesivo de material visual sin un contexto verbal adecuado. Esto puede llevar a que el alumnado se sienta abrumado por la cantidad de detalles visuales, sin tener una comprensión conceptual previa que les permita integrar esta información de manera significativa.

Por lo tanto, es importante no comenzar directamente con imágenes complejas o detalladas sin haber proporcionado primero una base conceptual a través de materiales verbales que guíen el aprendizaje. Además, la sobrecarga de información visual puede distraer y confundir, impidiendo la formación de un modelo mental coherente. Para evitar esto, los docentes debemos asegurarse de que los materiales visuales estén claramente vinculados a los conceptos clave previamente introducidos de manera verbal.

Otro error común que podemos cometer es el diseño de materiales multimedia que presentan información verbal y visual de forma descoordinada, lo que puede causar una desconexión entre los conceptos generales y los detalles específicos. Esto ocurre cuando las imágenes o los gráficos no están alineados con los textos o las explicaciones orales, lo que obliga a las personas que atienden a ese material a realizar un esfuerzo adicional para encontrar la relación entre ambos tipos de información. Para prevenir este problema, es esencial que los docentes diseñen los materiales de manera que haya una clara correspondencia entre los conceptos presentados verbalmente y sus representaciones visuales.

Por ejemplo, al usar un diagrama para ilustrar un proceso descrito en un texto, es importante que ambos elementos se refuercen mutuamente, facilitando así la comprensión y la actualización continua del modelo mental del alumno o alumna. Asimismo, es fundamental evitar el uso de textos extensos junto a imágenes, ya que esto puede dispersar la atención del estudiante y dificultar la integración de la información. En su lugar, es preferible utilizar breves descripciones o anotaciones que complementen visualmente el contenido verbal, asegurando una experiencia de aprendizaje multimedia más efectiva y coherente.

Una respuesta a “El aprendizaje multimedia (III): aprender es crear representaciones internas y modelos mentales.”

  1. […] internas que les permiten entender, predecir y razonar sobre el mundo. Ya hemos hablado de esto aquí. Pero ¿cómo se construyen estos modelos? ¿Qué podemos hacer desde el aula para que no sean […]

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